Thomas Mann terminó «Los Buddenbrook», su primera novela de larga extensión, en la primavera del año 1900, «después de dos años de trabajo frecuentemente interrumpido». Apenas cuatro años antes había decidido abrazar el oficio de escritor. Contaba 25 años cuando la terminó. Con la publicación de la novela, su vida dio un vuelco hacia la fama. Fischer recibió el voluminoso y enrevesado manuscrito con reticencia: «La desmesurada extensión de la obra no es que me seduzca, desde luego», escribió al autor. Pero apenas comenzada la lectura se mostró interesado en publicarla si Mann consentía en acortarla; a este respecto no cupo discusión: el autor se mostró impasible y le aseguró que la extensión de la novela «constituía una de sus propiedades esenciales». Al fin Fischer apostó por ella y la publicó en dos tomos, en edición de mil ejemplares y a un precio elevado. A pesar de ello la edición se vendió entera y, a comienzos de 1903, vio la luz en un solo volumen y a precio menor. Las ventas crecían de tal modo que en octubre de aquel mismo año hubo que lanzar una nueva edición, esta vez de diez mil ejemplares. Thomas Mann se convirtió en el escritor de moda, y el proyecto de vivir para y de la literatura se hizo realidad.