es
Karine Bernal Lobo

El perfume del rey

Notify me when the book’s added
To read this book, upload an EPUB or FB2 file to Bookmate. How do I upload a book?
This book is currently unavailable
668 printed pages

Other versions

Have you already read it? How did you like it?
👍👎

Impressions

  • Denise Pérezshared an impression10 months ago
    👍Worth reading
    🔮Hidden Depths
    🎯Worthwhile
    😄LOLZ
    🐼Fluffy
    💧Soppy

    Me encanto!!!! Un gran libro sin duda

  • Yazshared an impressionlast year
    👍Worth reading

    Es un librazo

  • Marshared an impressionlast year
    👍Worth reading
    🙈Lost On Me
    💞Loved Up
    🚀Unputdownable
    😄LOLZ
    💧Soppy

    El libro fue simplemente bueno, me hizo llorar, reír y divertirme, fue adictivo pero odie el final y el desarrollo de ser necesario ( realmente lo es) la autora debía agregar más capítulos para no dejar el final incompleto. Todos sabemos que ella y magnus terminan juntos y espere por ver eso al parecer será en el segundo libro (eso espero) odie el final

Quotes

  • Ixchel Molinahas quoted9 months ago
    Si no fue capaz de ver la grandiosa mujer que eres, entonces no te merece. Deja que su castigo sea vivir sin ti.
  • Nat Gilmore 🌸has quoted18 days ago
    —La cuarta puerta.

    Asiento y me levanto hacia la dirección que me ha indicado. Al llegar, noto que, efectivamente, no hay ningún custodio afuera, así que, presa de la impaciencia, abro la puerta para entrar a paso ligero, pero me detengo cuando mis ojos se cruzan con los de alguien más. Un hombre joven, caucásico, de cabello rubio oscuro, labios rojizos, pómulos pronunciados y llamativos iris esmeralda me observa con una expresión indescifrable entre enojo y fastidio. Es atractivo, aunque intimidante y me resulta imposible sostenerle la mirada. Siento que mi cuerpo arde bajo sus ávidos ojos. Está recostado, con las manos reposadas en los brazos de la silla, tranquilo, y yo, sin embargo, siento como si hubiera entrado a una cueva de víboras. Su mirada es gélida y su porte transmite firmeza, seguridad. Ardo mientras busco alguna palabra que me salve de su ataque silencioso.
  • Jay Honghas quoted2 months ago
    Mishnock se llamaba Felraish, hasta la fatídica noche en la que fuimos invadidos y sometidos a las estrictas leyes de Meridoffe, el rey que en esa época gobernaba la nación vecina y nuestra eterna enemiga, Lacrontte.
fb2epub
Drag & drop your files (not more than 5 at once)