Algunos besos son inolvidables
Aquel fue un beso salvaje y apasionado que no le dejó a Kelly Hampton otra opción que darle una bofetada al atractivo ranchero que había tenido la desfachatez de besarla sin su permiso. Daba igual que Pete Crawford fuera el mejor amigo de su hermano, ni que él la hubiera elegido para que lo ayudara a librarse de los intentos de seducción de una mujer fatal. Pero Pete era cowboy y Kelly tenía un pequeño hijo sin padre y un corazón roto que demostraban que una no se podía fiar de los cowboys.
El problema llegó cuando Pete resultó ser un verdadero encanto y además se comportaba como el padre que su bebé nunca había tenido. Lo único que seguía siendo cierto era que ninguno de los dos quería casarse… ¡jamás!
Fue entonces cuando Pete volvió a besarla…