Confirmando las palabras de Edgar Cayce de que los registros akásicos están en todas partes, Mary Roach afirma que «la información akásica para cada alma existe como un plano arquitectónico y se puede manifestar en cosas como las huellas digitales, tipo de sangre, astrología, iridiología, el eneagrama, la numerología, los sueños, la auto-hipnosis, la meditación personal, etc. El plano del alma está contenido hasta en el ADN.