Una hacienda, con sus mayoritarias plantaciones de uvas que producen el exquisito vino Santos Rosales, constituye el centro fundamental donde se desarrollan los acontecimientos de esta novela. La historia, cuyo conflicto se centra en las hermanas Santos Rosales y su padrastro, se remonta tiempo atrás, a una época en que los padres de las muchachas aún vivían y la hacienda florecía en todo su esplendor.
Años más tarde, un ambiente enrarecido por la ambición, la desidia, y marcado por turbios negocios, amenaza el patrimonio heredado a través de varias generaciones. Secretos no revelados, pasiones ocultas, infortunios, y la vida en su visión más terrenal, conforman un relato donde la contemporaneidad se entrelaza con el pasado, y la perseverancia, la tenacidad y el valor alcanzan su máxima expresión en el personaje de Joaquina, que le imprime un rumbo inusitado a la obra.