La cuestión de los agrocombustibles no ha perdido actualidad, lejos de eso. Aun si algunos responsables políticos han manifestado ciertas dudas, tanto en Europa como en las periferias los planes de extensión de los cultivos destinados a la agroenergía prosiguen sus cursos. Si se quiere producir de esta manera entre el 15 % y el 30 % de la energía para el año 2020, es necesario consagrar docenas de millones de hectáreas y expulsar de sus tierras por lo menos a sesenta millones de campesinos.