Relatos De Poder

—Solamente si uno ama a esta tierra con pasión inflexible puede uno librarse de la tristeza —dijo don Juan—. Un guerrero siempre está alegre porque su amor es inalterable y su ser amado, la tierra, lo abraza y le regala cosas inconcebibles. La tristeza pertenece sólo a esos que odian al mismo ser que les da asilo.

Por eso el sentimiento de un guerrero que entra en lo desconocido no es de tristeza; al contrario, está alegre porque se siente humilde ante su gran fortuna, confiado en la impecabilidad de su espíritu, y sobre todo, completamente al tanto de su eficiencia

onal. La otra mitad es el centro máximo de la voluntad, el nagual.

Esa visión es primero una descripción, que se nos da desde el instante en que nacemos hasta que toda nuestra atención queda atrapada en ella y la descripción se convierte en visión.

las tres técnicas que ayudan a soñar: romper las rutinas de la vida, la marcha de poder, y no-hacer.

En la vida del guerrero sólo hay una cosa, un único asunto que en realidad no está decidido: qué tan lejos puede uno avanzar en la senda del conocimiento y el poder.

El maestro usa al adversario para forzar al aprendiz a hacer la decisión de su vida. El aprendiz debe escoger entre el mundo del guerrero y su mundo ordinario.

El cambio, pues, no significaba eliminar nada, sino más bien alterar el uso asignado a dichos elementos.

Explicó que, para ayudar a borrar la historia personal, se enseñaban otras tres técnicas: perder la importancia, asumir la responsabilidad, y usar a la muerte como consejera.

el maestro debe enseñar al aprendiz otra posibilidad, todavía más sutil: la posibilidad de actuar sin creer, sin esperar recompensa; de actuar sólo por actuar.