La Última Aurora

Cada día que pasa es peor. Con mucha sutileza, a lo largo de estos años, ha ido ganándome terreno. Empezó con gritos, y al ver que por miedo cedía se sintió poderoso (lo veo diariamente en sus ojos) y continuó con insultos. Al poco llegaron las amenazas, y ahora me agrede físicamente sin piedad.

-¡Por el amor de Dios, César!. ¡Ere

r!. ¡Eres médico!

-¡AHORA MISMO SOLO SOY UN FLAN! -

A veces, el mayor acto de amor hacia una persona consiste en desaparecer de su vida.

Como ya te dije, fue un impulso, no significó nada. No volverá a ocurrir.

Oigo cómo mi corazón se fisura.

Lo que está en juego es tu vida si sigues con él. ¿Preparada para salvarla?

No puedo creer que le haya dejado reducirme a esto.

Mientras miro cómo se aleja no puedo evitar sentir cómo mi corazón termina de romperse en mi interior. Tengo que hacer algo.

Mis problemas se desvanecen mientras observo los mares que tiene por iris y me sumerjo en ellos.

—¿Recuerdas lo ocurrido? —claro que lo recuerdo, pero no puedo contárselo. El miedo a que puedan leer la verdad en mi mirada me obliga a mantener los ojos cerrados.

—No lo sé... —contesto rápidamente.