En forma sencilla y novedosa Conrado Lafarga Guerrero expone en esta obra el caso de un hombre cuya vida lo enfrenta a una serie de avatares que lo mantiene en permanente lucha, primero por la supervivencia, y después en busca de la superación personal.
Se trata de Abel, el protagonista, cuya legítima ambición de salir avante lo impulsa a superar subsecuentes retos, y en ese proceso conoce los valores que la humanidad ejerce, así como las debilidades de que adolece; desde la magnaminidad hasta la ingratitud, desde el desprendimiento y la lealtad hasta la mezquindad y la traición.
Esa gama conductual, que aflora en los personajes de la trama, influye en los actos de Abel como manual de actitud que le indica el camino para asumir con inteligencia lo positivo, y rechazar con serenidad lo nefasto a lo largo de una trayectoria vital que, finalmente, lo conduce al éxito.
Para el desarrollo textual de este relato el autor adopta un formato novedoso que imprime al contenido un sello característico de amenidad.