Una bacteria que provoca diarrea puede transformar el atlas de la energía y darle la vuelta a la situación geoestratégica actual. Todos sabemos que una de las claves de la vida en el s. XXI son los combustibles fósiles. En pocos años cambiarán totalmente las reglas del juego creando nuevos escenarios políticos, económicos, sociales, tecnológicos y militares cuando se acabe la dependencia de la mayoría de estados hacia los países productores de oro negro. Y esta dependencia se acabará porque la producción sostenible de gasolina está cada vez más cerca. Un equipo de científicos coreanos ha conseguido fabricar por primera vez gasolina sin utilizar petróleo ni ningún combustible fósil. Usando procesos de biología sintética, han creado gasolina a partir de una bacteria “Escherichia coli (E. Coli)”que vive en el interior del intestino. Han fabricado la primera biogasolina, que además será compatible con los motores de los coches actuales.