A lo que la Filosofía práctica del instante aspira al fomentar el instante es a generar, por un momento, otra manera de estar en el mundo, de relacionarse con los otros y con los objetos. Quiere hacer surgir una vida diferente. En este sentido, la filosofía es una forma de vida, una sabiduría. Michel Onfray plantea que, en sus orígenes, «la filosofía se propone alcanzar una forma de vivir mejor, el bienestar, la calidad de la existencia. Lo que está en juego es la vida misma, y las diversas formas de sabiduría proponen técnicas para llevarla a buen puerto con la mayor alegría y beatitud y con el mínimo de penas y sufrimientos posibles». La Filosofía práctica del instante pretende regresar a esta concepción de la filosofía.