Una historia de épocas, donde el amor transciende la lógica y hasta el tiempo.
«Es duro ser mujer. Y mucho más si no has nacido de alta alcurnia, destinada para un noble propósito. No obstante, el destino nunca fue algo que me importara especialmente».
Eugenia Cobalto es una mujer inteligente y prometedora, tanto como para comprender que nacer en la Málaga de mediados del siglo XIX concede tan pocas libertades como oportunidades, lo que condena a una chica aventajada como ella a una vida de exclusión social.
Su privilegiada amistad con doña Amalia Heredia Livermore, hija predilecta de uno de los empresarios más importantes de España, le ha permitido disfrutar de buenas lecturas y cultas conversaciones, a las que ninguna otra joven de su baja clase social podría acceder. Negada a aceptar las limitaciones de su tiempo, Eugenia desea vivir entregada a la literatura más extravagante, y no quiere ni oír hablar de amoríos o de matrimonio.
No obstante, toda lógica que la muchacha cree guardar sobre sí misma y sobre el mundo que la rodea se pondrá a prueba cuando llegue a la ciudad un misterioso empresario extranjero que no responde a los parámetros de la época, con una fama de excéntrico que irá mucho más lejos de lo que las curiosas apariencias podrían presagiar.