Valle de Mena, Burgos, 1534. Elena de Eguía, hija y viuda de impresores, ha abandonado Alcalá de Henares para refugiarse en la ciudad natal de su marido. Elena llega a Villasana de Mena dispuesta a dejar atrás los problemas con la Inquisición que condujeron a su esposo a un desgraciado final. Enfrentada a la necesidad de mantenerse y criar a su hijo, decide dedicarse en secreto a lo que mejor sabe hacer: al oficio de imprimir. Lo que no se esperaba era encontrarse con Miguel Villanueva, el mejor amigo de su marido e impresor como éste, quien también ha decidido empezar de nuevo. Apremiada por la insistencia de Miguel y la necesidad de disimulo, permite que su hijo comience a trabajar con él como aprendiz, a pesar de que su propia razón le grita lo contrario…