Son pocos los hombres que ven cómo sus sueños se convierten en realidad. Uno de ellos fue el oficial Dirk Struan, escocés, que llegó en 1841 a la turbulenta ciudad de Hong Kong a bordo del buque insignia inglés. El había soñado una ciudad inhóspita, exótica y violenta, a caballo entre Oriente y Occidente; y con el tiempo se convirtió en el Tai-pan, el jefe supremo de un imperio de opio y de barcos, de crímenes y de traiciones, de luchas políticas y de contrabando. Esta novela, dotada de una enorme fuerza narrativa, tiene por escenario el mayor puerto del mundo y muestra el feroz combate de las sectas rivales, la lucha por el poder entre las bellas y peligrosas mujeres de la isla; el conflicto, en fin, de la sed de poder de Dirk Struan, que no vacilaba en utilizar como peones el futuro de Oriente y Occidente.