Cuando Faith McCallum llegó a la casa de los Bellamy su intención era reconstruir su vida y proporcionarles a sus hijas un futuro mejor. Sin embargo, su nueva jefa, Alice Bellamy, era una mujer obstinada y difícil.
Aunque Faith tenía recursos suficientes para hacerle frente a su clienta de afilada lengua, a menudo se quedaba sin palabras cuando estaba en presencia de su hijo, Mason Bellamy, un hombre carismático que deseaba alejarse de la mansión familiar y volver a su emocionante y ajetreada vida en Manhattan… con su guapa y elegante prometida.
El último lugar en el que quería estar Mason era el remoto pueblo de Catskills, y se suponía que Faith McCallum era su vía de escape. Contratando a aquella mujer su madre tendría compañía y él podría volver a su vida.
Pero cuando Faith hizo un terrible descubrimiento sobre el accidente de Alice, Mason se vio obligado a pensar si la ocupadísima existencia que había forjado para sí mismo era lo que verdaderamente quería… y si el hecho de explorar el pasado podía proporcionarle una nueva vida y un amor para siempre en las tranquilas orillas del lago Willow.