máxima responsabilidad hacia sí mismo es invertir el tiempo que sea preciso para llegar a saber con total claridad qué quiere y cuál es el mejor medio para conseguirlo. Cuanta mayor claridad tenga respecto a sus auténticas metas, más potencial liberará, de forma definitiva, en su vida. Una de las enseñanzas más importantes de Aristóteles, el filósofo griego, es que el hombre es un organismo teleológico. La palabra griega teleos significa metas. Aristóteles llegó a la conclusión de que toda acción humana tiene un propósito de algún tipo. Somos felices cuando hacemos algo que nos conduce hacia algo que queremos. Así pues, las grandes preguntas son “¿Cuáles son nuestras metas?”, “¿Qué propósitos queremos alcanzar?”, “¿Dónde queremos acabar al final del día?”.