Fairy Oak es un pueblo mágico y antiguo, escondido en los pliegues de un tiempo inmortal. Para encontrarlo, habría que viajar entre las mesetas escocesas y los acantilados de Normandía, por los valles floridos de Bretaña, entre los verdes prados irlandeses y las bahías del océano. El pueblo está habitado por criaturas mágicas y seres humanos, pero es difícil distinguir a unas de otros. De hecho, hadas, magos, brujas y ciudadanos normales viven en sus casas de piedra desde hace tanto tiempo, que nadie presta ya atención a las rarezas de los otros. Y después de tanto tiempo, ¡todos se parecen un poco! Todos salvo las hadas, que son muy, muy pequeñas y luminosas… ¡y vuelan! Los magos y las brujas del valle las mandan llamar para que cuiden a los pequeños del pueblo. Esta historia está contada, precisamente, por una de ellas: Feli, el hada de las gemelas Vainilla y Pervinca.