El tiempo se ha detenido en un pueblo aislado y baldío donde no hay nacimientos desde hace años y la comunicación con el mundo de los sueños o el de los muertos es más fluida que entre los vivos. En este ámbito cerrado y opresivo irrumpe Lerma, un forastero silencioso y cargado de dolor cuya sola presencia sirve para remover las miserias de una comunidad anclada en antiguos agravios.
Ignacio Arrabal ha escrito una novela hermosa y cruel, plena de imaginación y marcada por un estilo inconfundible en el que cada párrafo es un regalo para el lector. Con Los ofendidos se consolida como una de las voces más atractivas y reconocibles de la narrativa española actual.