La gente venía de todas partes de Israel y aún de más allá para escuchar a Jesús, cautivados por sus palabras. La gente entendía su mensaje directo y profundo. De acuerdo con el Evangelio de Juan, Jesús no pronuncia la palabra arrepentirse. En su lugar, Él introduce a las personas en un diálogo en el que expone sus pecados, por caminos cortos y sin nociones de error. Cuando Jesús remueve sus máscaras, Él les dice palabras de restauración en vez de castigo. Él se prueba a sí mismo como el pastor más gentil que encuentra a la oveja perdida y la lleva de nuevo al grupo. Sus palabras continúan atrayendo hoy grandes cantidades de seguidores a través del mundo.
Durante su ministerio en la Tierra, Jesús se encontró con una gran variedad de personas y le prestó atención a cada una de ellas. Las conversaciones de Jesús son un muy vivo retrato de esas importantes y conmovedoras interacciones y aprender de ellas nos ayudará a profundizar en la relevancia que tienen las palabras de Jesús para nosotros.
«No podemos apartarnos de Las Conversaciones de Jesús sin sentir como si estuviéramos allí, escuchando escondidos las inspirantes, instructivas y desafiantes palabras del más grande de todos los maestros.»
EUGENE MERRILL
Distinguido profesor de estudios de Antiguo Testamento
Seminario Teológico de Dallas"