Reflexionar permanentemente sobre la vigencia del pensamiento humanista cristiano, y las tareas que implica su desarrollo y actualización constituye para nosotros, una verdadera obligación.
No es solo un ejercicio académico, sino una necesidad de abordar con seriedad, las múltiples facetas en que esta visión de la vida, la sociedad y la persona, responde a las grandes interrogantes del mundo globalizado.
Lo hacemos con el compromiso esencial con la dignidad de la persona humana y, por tanto, considerándola como el centro de todo propósito humanista. Con la convicción que el mundo requiere de valores, ideas y programas que tengan inspiración e identidad, y que inviten a la construcción comunitaria de un mundo mejor.
Estamos convencidos que la reflexión de contenido es indispensable, en un mundo materialista, donde el individualismo se ha posicionado con tanta fuerza y en el que viejos planteamientos pretenden reaparecer como si nada hubiera pasado en nuestra historia. Nos parece esencial hacer presente la preeminencia de la persona humana, de la vida en comunidad, de la trilogía valórica amor-solidaridad, justicia y libertad, de la democracia sin apellidos y de una economía al servicio de la persona. Todo ello constituye los ejes visibles de un camino humanista cristiano que inspira al compromiso con la sociedad, a la creación y renovación del pensamiento y al servicio público.
Ponemos este documento al servicio de todos quienes buscan actualizar las nobles ideas humanistas cristianas, para que sean semilla en tiempos desafiantes. Esperamos que su lectura sea inspiradora de vuestro compromiso personal.