del más allá. El espíritu consiste en posibilidades. Podríamos decir que el mundo de las posibilidades era el mundo del espíritu. El espíritu podría ser cualquier cosa, pero la tierra solo podría ser algo definido. Por ello, permanecer fieles a la tierra significaría mantener nuestra relación consciente con el cuerpo. No huyamos y nos volvamos inconscientes de los hechos corporales, pues nos mantienen en la vida real y nos ayudan a no perdernos en el mundo de las meras posibilidades donde somos simplemente ciegos. Sería una doctrina un poco unilateral y para una persona que no es sino el cuerpo, sería totalmente incorrecta. No debemos olvidar que hasta ahora la mayoría de la gente no es sino el cuerpo. Por tanto, esta doctrina solo es válida para quienes lo han perdido y han sido engañados por el espíritu, como Klages, por ejemplo, que definía el espíritu como el enemigo del alma y el alma como la vida del cuerpo, porque asumía que la mayoría de la gente había perdido la realidad del cuerpo como él la había perdido5. Pero en realidad hay mucha gente que está enteramente en el cuerpo y a la que haríamos mejor en predicar el cristianismo primitivo,