“Yo, Graciela, me perdono, definitivamente y para siempre, por los errores cometidos en esa vida, me libero y merezco entrar en la Luz”.
G: “Yo, Graciela,…” (Graciela repite la fórmula tres veces.)
T: Ahora vas a recoger tu energía de ese cuerpo, llevarás esa parte de tu alma a la Luz y cerrarás definitivamente ese capítulo de la historia de tu alma.