Estamos ante una obra infanto-juvenil planteada desde la narrativa del “nonsense”, donde el sinsentido o la ruptura de sistema irrumpen en la trama aportando un tono surrealista al argumento.
Otro recurso antiquísimo empleado por el autor es la Caja China: así una historia tiene adentro otras historias que continúan en otros cuentos.
También abundan en el libro los traslados temporales donde el punto de vista del narrador cambia del presente al pasado y viceversa consiguiendo una ilusión de totalidad cronológica y de autosuficiencia temporal para la fábula literaria.
La Editorial Costa Rica pone en manos de niños y jóvenes una lectura delirante que despertará el asombro y el gozo en sus lectores.