Este libro nace del dolor de patria… chica! Toda la vida la hemos pasado mirando con mucha tristeza, con un apesadumbrado sentimiento de impotencia, con unos deseos muy grandes de que todo cambiara, con ese anhelo sincero de que las gentes de nuestra Costa Pacífica pudiesen mirar el futuro con reales esperanzas de cambio y de progreso, que pudiésemos ver a los niños jugar en los patios, desprevenidos y felices, sabiendo que sus padres les pueden asegurar el diario alimento, un vestido decente y una educación de calidad, de principios, con sincero amor por el prójimo, de confianza en los demás, de amor y respeto por sus raíces y su tradición. No es importante sentimos negros, blancos, chinos, indios o mestizos. Somos el resultado de ese increíble crisol de las razas. Lo realmente importante es que todos nos sintamos hijos de Dios y hermanos en las mismas creencias, en las mismas esperanzas por un futuro mejor, en el mismo suelo y en la misma patria. Este libro también nace del deseo sincero de que la gente joven de nuestra tierra Pacífica encuentre el ejemplo sencillo de una persona que supo sobreponerse a dificultades y estrecheces de toda índole en el alcance de sus metas. Mucho más importante que alcanzar tus metas, es el sentimiento de que hiciste todo 10 humanamente posible por llegar a ellas.