Ahora disfruta de esta sensación y extiéndela a toda tu vida, obsérvate como el adulto luminoso, amoroso, sabio y feliz que eres, toma ese niño de la cuna, ese niño siempre eres tú, y dile:
“Bienvenido al Mundo, estoy muy feliz que tú estés aquí conmigo, eres muy importante para mí, te daré todo lo que necesites porque te amo y deseo lo mejor para ti”