Cuando la heredera Skye se enteró de que su matrimonio con Matteo estaba construido sobre mentiras, exigió el divorcio. Se le rompió el corazón al enterarse de que no había sido más que un peón en el juego de su marido. El tiempo corría y necesitaba su firma. Pero Matteo no estaba dispuesto a dejarla ir tan fácilmente… ¡el precio de su libertad era una última noche juntos!