Pero cáusame risa en ver que hagas
tu secretario en cosas de tu gusto
un hombre de mis prendas.
Comendador No te espantes;
que sirviendo mujer de humildes prendas,
es fuerza que lo trate con las tuyas.
Si sirviera una dama, hubiera dado
parte a mi secretario o mayordomo,
o a algunos gentilhombres de mi casa.
Estos hicieran joyas y buscaran
cadenas de diamantes, brincos, perlas,
telas, rasos, damascos, terciopelos,
y otras cosas extrañas y exquisitas,
hasta en Arabia procurar la fénix;
pero la calidad de lo que quiero
me obliga a darte parte de mis cosas,
Luján, aunque eres mi lacayo; mira
que para comprar mulas eres propio,
de suerte que yo trato el amor mío
de la manera misma que él me trata.
Luján Ya que no fue tu amor