Magdalena cautiva de Jesús y Jesús cautivo de Magdalena. Al posar su cabeza en los pies de Jesús, ella se declara su cautiva, pero al asir sus pies ella también lo hace su cautivo. ¿Cómo toma los pies de Jesús? Los toma con su boca, besándolos mil y mil veces; los toma con sus ojos, humedeciéndolos con sus lágrimas; los toma con sus manos, acariciándolos y perfumándolos. Todo esto no se detiene, hacen falta cadenas. Suéltate los cabellos, oh, Magdalena, y ata con ellos los pies de Jesús.