En esta obra de carácter amatorio, don Íñigo López de Mendoza, marqués de Santillana, deja que el sueño ejerza su influjo sobre él y le pose un manto de amor que a veces le hiere y le cautiva.
Íñigo López de Mendoza fue el hijo del almirante de Castilla Diego Hurtado de Mendoza, señor de Hita y Buitrago, y de Leonor de la Vega, miembros de dos de las casas nobiliarias más poderosas de Castilla. Huérfano de padre desde muy corta edad, fue su madre quien administró la riqueza que heredó de este. Como militar participó en la batalla de Huelga y de Olmedo y fue precisamente tras esta última cuando le fue concedido el título de Marqués de Santillana. Como poeta cultivó diversos estilos que van desde sonetos y poemas didácticos hasta composiciones satíricas.