Y me quedo paralizada.
Atónita.
Siento que el aire abandona mi cuerpo.
Ahora solo sujeto una única fotografía, y tengo que obligarme, suplicarme mirarla, el cuadrado de la Polaroid se sacude en mi mano temblorosa.
Es la imagen de un niño de pie junto a una niña. Ella está sentada en una escalera. Él la mira mientras ella come una porción de pastel.
La vuelvo.
Aaron y Ella