María no ha salido por la escotilla de escape ni se ha caído al agua. Me lo he inventado todo. La he estado buscando tontamente. Se ha despertado, ha ido al baño y ha regresado a la cabina de proa, donde ha seguido durmiendo mientras yo la buscaba. Mientras yo flotaba en el agua con riesgo de ahogarme.
Si yo no hubiera subido a bordo, María habría tenido que salir a buscarme. En ese caso no habría desaparecido ella, sino yo.
¿Lo habría hecho? ¿Qué hace una niña que se queda sola en el mar?
Es un error. He cometido un error. Algo ha hecho que, al final, todo salga bien. Algo ha ordenado a las nubes que dejen mi velero en paz