* Extiende las dos manos en paralelo frente a ti con las palmas hacia arriba. Cierra los ojos.
* Imagina que te coloco una pila de libros pesados sobre la mano derecha. Siente lo pesada que es tu mano con el peso de los libros.
* Ahora, mira mentalmente tu mano izquierda. Ve cómo estoy atando un globo a tu muñeca. Puedes sentirlo flotando en el aire, con la ligereza del globo tirando de tu mano hacia arriba mientras flota cada vez más alto.
* Ahora, abre los ojos y observa cómo tus manos se han separado. La derecha está más abajo que la izquierda.
Lo hiciste gracias al poder de tu imaginación.
IMAGINA UN LIMÓN
He aquí una segunda demostración de cómo cuando imaginas algo vívidamente, tu subconsciente lo trata como si fuera real.
* Cierra los ojos.
* Imagina un limón delante de ti.
* Ahora, toma un cuchillo imaginario y corta el limón en cuartos.
* Toma un cuarto del limón y póntelo en la boca.
* Chupa el limón y nota cómo se te seca la boca.
La razón por la que las demostraciones del limón y el globo funcionan es que el limón y el globo imaginarios se sienten y parecen reales en tu mente y el inconsciente acepta que ninguno de los dos va a hacerte daño. Cuando imagines tu objetivo, debes verlo y sentirlo con tanto detalle como en estos dos últimos ejercicios.