Los altibajos y pequeñas preocupaciones de una pareja joven cambian repentinamente por el drama de una noche. No es posible morirse a los treinta, cuando acabas de casarte, y menos aún por ir en bicicleta. Correr el riesgo de quedarse viuda a los veinticinco años no tiene sentido… Espera, angustia, realidad dolorosa, rebeldía, sueños rotos… y aceptación y amor, ese que nunca se rinde, en ese pacto mutuo que ayuda a superar todos los obstáculos. Lucharás por mí y lucharé por ti. Repetidamente premiado en Francia, el testimonio conmovedor de esta pareja muestra cómo es posible transformar el sufrimiento en una profunda humanidad.