El testigo

Curiosa la suavidad con que las palabras salían de esa cara trabajada por el sol, el viento cargado de polvo, la sequía.

«Haz tus casas en el viento»

Si naces en un lugar vacío, la cabeza se te llena de otro modo.

Las grandes religiones sólo podían inventarse en el desierto, o en alguna montaña loca»,

«Haz tus casas en el viento porque si las haces en el suelo te las van a quemar.»

Tengo una teoría: la televisión no pertenece a la cultura sino a la neurología; estimula un enlace de neurocircuitos que te permite ver en estado de zombi, suspendiendo el juicio.

Tal vez las cenas de embajada servían para eso, para oír cosas que podían leerse en cualquier sitio pero cobraban importancia al ser oídas de un testigo de primera mano.

No rezaba nunca, pero le gustaba prender velas.

Desde su regreso a México, el pasado fluía hacia adelante y la vida fluía hacia atrás.

todas las luchas eran perdidas por los campesinos, sin importar que fueran zapatistas o católicos.