Pasó por el portal de la presidencia municipal –lleno de hombres–, segura, desafiante, despreciándolos a todos. Vestía, como siempre, ropas ligeras y llamativas que moldeaban su hermoso cuerpo tal como a ella le gustaba.
Mou Farihas quoted3 years ago
En una cantina por primera vez se habló de ella: La Otilia anda estrenando ropas y relleno, ¡quién le diera el remojo!