Llámalo deseo
Judy Duarte
T.J. Whittaker no quería ser el héroe de nadie, pero cuando Priscilla Richards lo miró con aquellos ojos azules llenos de lágrimas y le pidió que la ayudara a desvelar los secretos de su pasado… no pudo negarse.
La misión era muy simple: acompañar a Priscilla a que conociera a su madre y después sacarla de Texas tan rápido como pudiera. Lo que no estaba previsto era sentirse atraído por aquella formal neoyorquina que no era su tipo en absoluto. Pero Prissy era una tentación en la que deseaba caer más que nada en el mundo.
La princesa disfrazada
Lilian Darcy
Brant Smith había sido acosado por las mujeres más inapropiadas. Por eso cuando vio aquel coche rojo aparcar junto a su casa, pensó que sería otra más. Pero se equivocaba, Misha era una princesa europea amiga de su hermana que trataba de escapar de su prometido.
Misha tenía un plan: deshacerse de las acosadoras de Brant haciéndose pasar por una chica corriente y proclamándose su prometida. El problema surgió cuando el plan funcionó demasiado bien y la princesa y el australiano empezaron a enamorarse de verdad…