Lo acontecido en la región del Alto Naya, visto como universo microsocial, expresa y representa los principales problemas que las comunidades indígenas, afrodescendientes y campesinas en Colombia deben encarar en relación con las violencias imbricadas en un territorio asolado por el conflicto armado.Esta investigación, producto de un trabajo de campo y de archivo adelantado por más de cinco años, establece cómo las comunidades afectadas cuentan el pasado y le otorgan sentidos que articulan la masacre con la demanda colectiva de reparación integral, en contrapunto con los testimonios dados por los victimarios en los procesos judiciales, que han terminado por convertirse en la «verdad jurídica» de los hechos. Esa tensión plantea nuevos caminos de reflexión y acción política no solo necesarios sino urgentes.Este libro, entonces, es una referencia obligada en el contexto académico e histórico del posconflicto, para abordar una problemática que puede ser recurrente en los procesos de construcción de paz territorial.