En el año 51 d.C., Roma se ha convertido en una ciudad demasiado peligrosa, incluso para el emperador Claudio.La traición acecha en cada recodo, en cada callejuela, tras cada columna.
Por si fuera esto poco, el poder de un movimiento republicano clandestino, “los Libertadores”, ha extendido sus tentáculos por todas partes y parece que ha conseguido infiltrarse incluso en la Guardia Pretoriana, y su propósito parece ser acabar con la vida de Claudio.
Llegados a este punto, el emperador decide poner el asunto en manos del secretario imperial, Narciso. El enemigo íntimo de Macro y Cato sabe que puede contar con la lealtad absoluta de esos dos veteranos hacia Claudio, y que no pondrán reparos a una misión sumamente arriesgada: infiltrarse en el cuerpo de élite romano, que apesta a corrupción.
Macro y Cato no pueden ni imaginar lo que allí encontrarán; pero si es la muerte, no será Narciso quien llore su pérdida.
Probablemente, desde el gran clásico de Robert Graves no se escribía una novela tan absorbente y vigorosa acerca de los tiempos del emperador Claudio.
Sin duda, Claudio y su tiempo es una etapa de la historia romana que nunca ha perdido el interés, y en cierto modo, la última novela de Scarrow es una actualización del gran clásico que le dedicara Graves, pues retrata la misma época y algunos de sus personajes, pero mediante una trama y con una prosa más moderna y propia de la mejor novela histórica de hoy.