Las culpas esclavizan y hacen vivir con la sensación de deuda y por ello se aceptan los castigos. Con la culpa insana, dice el autor, perdemos nuestra libertad. Si los sentimientos de culpa no son elaborados, difícilmente se logra adquirir armonía interior. Sólo a través de tolerar la limitación de la existencia humana se nos permite acceder, aunque parezca paradójico, a lo limitado de ella. Un libro para creer en la libertad.