El ecléctico, erudito y sensato Plutarco indaga en los tratados de este volumen cómo se puede alcanzar una vida serena y virtuosa.
Este volumen incluye tratados de reflexión ética, en su vertiente más concreta, sobre temas que habían interesado a los grandes autores a partir de la época dorada de Atenas (desde Platón a Séneca): «Si la virtud puede enseñarse» insta a reflexionar sobre las acciones propias, y sostiene que se puede enseñar la virtud, lo más fundamental de la vida humana, en especial el cuidado de sí; “Sobre la virtud moral”, “Sobre el refrenamiento de la ira” y “Sobre la paz de alma” abundan en estas ideas y muestran las claves para llevar una vida serena y virtuosa. Plutarco aparece, más que como pensador original o filósofo sistemático, como una buena guía moral para conducirse rectamente, y parte en sus aseveraciones de un sano sentido común afianzado sobre una rica y ecléctica erudición.