Zélie recuerda cuando la tierra de Orïsha desprendía magia. Pero todo cambió la noche en que esta desapareció. Por orden del rey los maji fueron fueron perseguidos y aniquilados. Ahora, Zéli tiene la oportunidad de devolver la magia a su gente. Para ello deberá ser más rápida y astuta que el príncipe heredero del trono, que está dispuesto a todo con tal de erradicar la magia para siempre. El peligro acecha en Orïsha, donde los leopardarios de nieve, entre otras criaturas, campan a sus anchas y los espíritus vengativos esperan escondidos bajo el agua. Sin embargo, el mayor peligro puede ser la propia Zélie en su lucha por controlar sus poderes.