No importa este calor pegajoso, asfixiante, aplastante, porque hay algo ancentral y fascinante, aunque también misterioso, en este paisaje de arena y templos.
El grupo ya ha acabado la excursión, pero como todavía falta un rato para que el autobús vuelva a buscarlos, nuestra protagonista decide seguir la sugerencia de este hombre exótico, (¿será un guía?), de voz profunda y misteriosa, que la acompaña a ver el área secreta, la casa de los espíritus a la que solamente las mujeres tienen permitido el acceso…
«… Gimo. Empujo. Arqueo mi espalda observando el techo. Tan oscuro. ¿Dónde estoy? Se siente delicioso. El aire me acaricia haciéndome el amor.
Una boca ahoga mis gemidos. Labios cálidos. La lengua entre mis piernas desaparece para ser reemplazada por… algo distinto que palpita contra mi piel.»
Vanessa Salt es un seudónimo. Vanessa encuentra inspiración para sus historias en sus muchos viajes a lugares calientes y exóticos que alimentan sus fantasías eróticas. Escribe con humor sobre la pasión que puede surgir cuando menos lo esperas.