El recorrido de este segundo Tomo de la Historia comparada de las literaturas argentina y brasileña se extiende entre el esplendor del romanticismo en su función programática y la crisis económica que sacudió ambos escenarios nacionales en 1890–91. En el itinerario marcado por el apogeo del comienzo y la decadencia del cierre del período se revisan las inflexiones más significativas de las dos literaturas. La canonización del autor y la canonización de las obras, dos de los criterios organizativos de una literatura independiente, reúne en capítulos simétricos a Sarmiento y José de Alencar, por una parte, y a Martín Fierro e Iracema por la otra, insistiendo en la caracterización ya establecida en el Tomo 1 sobre un sistema anti-indígena en la Argentina y un indigenismo idealizado en Brasil. La mirada hacia el esclavismo, la introducción de los bandidos en los ejercicios estéticos de corte popular, la construcción de figuras de autor elevadas a íconos nacionales y las secuelas que dejó la infame Guerra de la Triple Alianza en los ejércitos nacional e imperial son algunos de los puntos sobresalientes de una indagación que se resiste al conformismo y encuentra en estos paralelos no solamente una práctica eficaz del comparatismo sino también una posibilidad de revisión de tradiciones que reiteradamente se han pretendido autónomas y cerradamente suficientes. Este Tomo se detiene allí donde la reunión de argentinos y brasileños, con la mediación privilegiada de Rubén Darío, ilustra los avatares del modernismo en el Cono Sur.