En lo bueno y en lo malo.
Cat se enfadó cuando su abuelo le aconsejó que considerara la idea de casarse por conveniencia con Aldo Patrucco, un rico empresario italiano. Pero nada más verlo cambió de opinión… Para ella fue amor a primera vista, para él fue deseo instantáneo, así que decidieron poner la boda en marcha. Los planes de Cat eran que, una vez que se encontraran en Italia, haría que su marido se enamorara de ella… No contaba con que él volviera con su amante. Por eso decidió abandonarlo; pero parecía que, con amante o sin ella, Aldo no estaba dispuesto a dejar marchar a su flamante esposa…