Ashlee Vance

Elon Musk

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Esta es una mirada compleja a un hombre complejo, una moderna combinación de Thomas Edison, Henry Ford, Howard Hughes y Steve Jobs. Su nombre es Elon Musk, y es el empresario que está detrás de Tesla Motors, SpaceX y SolarCity, empresas innovadoras en sus respectivos campos —la automovilística, la aeronáutica y la energía— con las que Musk está consiguiendo hacer realidad lo que hasta hace poco no era más que ciencia ficción
Nacido en Sudáfrica, Musk tuvo una infancia difícil de niño prodigio con la mirada puesta en Estados Unidos. En cuanto pudo, cruzó medio mundo para estudiar en Pennsylvania. Vendió la primera empresa que creó, Zip2, por 300 millones de dólares, y la segunda PayPal, por 1.500. A partir de ese momento, empezó a soñar a lo grande: coches eléctricos a precios asequibles, cohetes espaciales, colonias en Marte, un tren capaz de circular a 1.200 kilómetros por hora, baterías de litio en las que almacenar energía y poder prescindir de las eléctricas…
Esta es la verdadera historia de la tumultuosa ascensión a las cumbres del mundo empresarial de Musk, un hombre que ha revolucionado la industria americana y ha roto todos los límites de la innovación, ganándose inevitablemente unos cuantos enemigos por el camino. Más que un inventor, más que un pensador, más que un genio, Musk es el perfecto ejemplo del emprendedor que persigue cambiar nuestra vida cotidiana hasta extremos que todavía no somos capaces de imaginar.
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Impressions

  • José Eduardo López Barrososhared an impression5 years ago

    Increíble, modelo a seguí en negocios.

  • Sebastian Chamorroshared an impression7 years ago
    💡Learnt A Lot
    🎯Worthwhile
    🚀Unputdownable

  • Pigg@sshared an impression5 years ago
    👍Worth reading
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    🎯Worthwhile
    🚀Unputdownable

Quotes

  • José Eduardo López Barrosohas quoted5 years ago
    «Al principio de su carrera, Elon llegó a la conclusión de que la vida es corta —explica Straubel—. Si se acepta realmente lo que implica eso, la única conclusión a la que se puede llegar es que uno debe trabajar tan duro como le sea posible.»
  • Julio Felipe Illescas Villa de Lorahas quoted6 years ago
    La fábrica de baterías formaba parte de una cadena de suministro que se extendía por todo el mundo y que añadía costes y retrasos a la producción del Roadster. Los paneles de la carrocería se fabricarían en Francia, mientras que los motores vendrían de Taiwán. Tesla había previsto comprar las baterías individuales en China y enviarlas a Tailandia para convertir las piezas separadas en paquetes de baterías. Los paquetes, que se debían almacenar durante un tiempo mínimo para evitar la degradación, se enviarían por mar a Inglaterra, donde tendrían que pasar la aduana. Tesla había planeado que Lotus construyese el chasis del automóvil, instalara los paquetes de baterías y enviase el Roadster por barco, rodeando el cabo de Hornos, hasta Los Ángeles. De seguir aquel plan, Tesla habría pagado por la mayor parte del automóvil sin recibir los ingresos correspondientes hasta entre seis y nueve meses después. «La idea era llegar a Asia, hacer las cosas rápidas y baratas, y ganar dinero con el automóvil —afirma Forrest North, uno de los ingenieros enviados a Tailandia—. Descubrimos que fabricando en casa los componentes verdaderamente complicados acumulábamos menos retrasos, teníamos menos problemas y gastábamos menos dinero.» Algunos de los nuevos empleados se horrorizaron al descubrir el caos que parecía regir aquellos planes. Ryan Popple, que había pasado cuatro años en el ejército y después había obtenido un máster en administración de empresas por la Universidad de Harvard, llegó a Tesla como director de finanzas para preparar la salida a bolsa de la empresa. Después de examinar los libros, preguntó al jefe de producción y operaciones cómo pensaba exactamente fabricar el automóvil. «Me dijo: “Lanzándonos a la aventura y esperando un milagro”», recuerda Popple.
    Cuando los problemas de producción llegaron a oídos de Musk, se alarmó ante la forma en que Eberhard había dirigido la empresa y pidió ayuda para abordar la situación. Uno de los inversores de Tesla era Valor Equity, una firma de inversión con sede en Chicago que se especializaba en operaciones de ajustes de producción. Atraída por la tecnología de las baterías y el sistema de propulsión, había calculado que aunque Tesla no lograra vender muchos automóviles, con el paso del tiempo los grandes fabricantes de automóviles querrían adquirir su propiedad intelectual. Para proteger su inversión envió a Tim Watkins, su director general de operaciones, que al cabo de poco tiempo llegó a algunas conclusiones terribles.
    Watkins es un británico titulado en robótica industrial e ingeniería eléctrica.

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