Publicado por primera vez en 1996, cuando Hugo Chávez parecía ser más pasado que futuro, Venezuela Fracturada se ocupa de un fenómeno central en la historia venezolana: el golpe de estado. Escrito por quien fuera Ministro de Defensa durante el intento golpista del 27 de noviembre de 1992, esta sustentado tanto en su opinión personal como en una gran cantidad de fuentes.
¿Cuáles fueron las motivaciones de los conjurados detrás de las conspiraciones que se dieron entre el gobierno de Cipriano Castro y el de Ramón J. Velásquez? ¿Cómo impactaron, aunque hayan sido frustradas, a la sociedad venezolana y en particular a la fuerza armada?
En el libro el autor alega por qué los efectos del derrocamiento de Medina Angarita se sintieron por muchas décadas. Describe el golpe contra Gallegos como el único en toda la historia venezolana en que las fuerzas armadas actuaron como una sola cosa. Hace un recuento de las conspiraciones que en todos los componentes militares se intentaron contra el régimen de Marcos Pérez Jiménez, y explica cómo la fractura entre los militares que se abrió desde entonces ayuda a entender cómo el Puntofijismo sometió la ambición militar y pudo sofocar las numerosas rebeliones de los años 60.
Pero lo que recibe más atención es lo que Jiménez vivió en 1992. Rememora el ambiente que inundaba los cuarteles luego de febrero y la red de influencias y hasta de complicidades, “desde la extrema derecha hasta la extrema izquierda” que dieron alas a los golpistas. Leer este libro a la luz de lo que ha ocurrido desde 1998 no solo sirve para llenar vacíos sobre la historia militar y política, sino para entender mejor la fusión de cuartel y gobierno desde el punto de vista de una institucionalidad armada que hoy parece haberse extinguido.