El Cantar de los Cantares ha sido capaz de transmitir al mundo entero un tesoro de fe, arte y cultura a lo largo de los siglos. La Sagrada Escritura brinda un poema bellísimo y desafiante, lleno símbolos coloridos y exuberantes que expresan el amor entre un hombre y una mujer. Llamativamente y a pesar de ser un escrito bíblico, el nombre de Dios no aparece en este poema. Sin embargo, la historia de su recepción ha sabido recoger la apasionada y paradójica historia de amor entre Yahveh y su pueblo, entre Cristo y la Iglesia, entre el alma cristiana y su Señor. Las Homilías sobre el Cantar de los Cantares de San Gregorio de Nisa (siglo IV) son una de la obras finales y recapituladoras de este padre capadocio; son su «canción de cisne», y guardan en su interior una gran riqueza espiritual, exegética y teológica.