El derecho a la objeción de conciencia se invoca cada vez más, ya se trate de la cláusula de conciencia de los médicos, de la negativa a vacunarse o de cualquier otra práctica que choque contra las convicciones de algunas personas. ¿Cómo conciliar el respeto a estas convicciones, garantizadas por la libertad de conciencia y de religión, con el respeto a la ley, garante del orden social? ¿En qué medida es legítimo sancionar a una persona por negarse a tomar parte en una acción incompatible con sus convicciones morales o religiosas? ¿Cuáles son las obligaciones del Estado ante tales objeciones? ¿Por qué las conciencias y la ley se oponen cada vez más a menudo en la sociedad contemporánea? ¿Cuáles son las relaciones entre la ley, la moral y la religión? Estas son las principales preguntas a las que responde este libro, y lo hace apoyándose en la filosofía del derecho, en la historia del derecho y los derechos humanos. Se ha escrito para ayudar a comprender la objeción de conciencia e identificar los criterios adecuados para apreciarla.
«La conciencia tiene derechos porque tiene deberes. Sin embargo, en estos tiempos para gran parte de la gente, el más genuino derecho y libertad de la conciencia consiste en hacer caso omiso de la conciencia» —John Henry Newman, Carta al duque de Norfolk