–No se hacen juegos malabares con las manzanas –lo regañó Anna.
–Deberías correr algún riesgo de vez en cuando. Es emocionante.
–La gente nos mira...
–No veo a nadie –dijo Zack–. Y no permito que me quiten la diversión. Ahora, voy a enseñarte cómo hacer juegos malabares.
Anna terminó comprando trece manzanas magulladas al término de la lección.