El retorno de lo real

Tanto para Baudrillard como para Jameson el agente último de esta abstracción del signo fue el capital: «Pues en último término fue el capital», escribe Baudrillard, «el primero en alimentar toda su historia con la destrucción de todo referente [...] a fin de establecer su ley radical de equivalencia e intercambio»[

«Éste fue el momento en el que el lenguaje invadió la problemática universal, el momento en el que, en ausencia de un centro u origen, todo se convirtió en discurso [...], es decir, un sistema en el que el significado central, el significado original o trascendental, nunca está absolutamente presente fuera de un sistema de diferencias. La ausencia de significado trascendental amplía al infinito el dominio y el juego de la significación»

el orden semiótico de la alta modernidad, que es también el momento del capitalismo monopolista

l paso del índice al signo con la expansión del capitalismo mercanti

Aquí, sin embargo, mi premisa no es que el arte y la teoría reflejen un momento socioeconómico, sino más bien que están marcados por las contradicciones de éste, y que las categorías culturales, incluidos los conceptos del signo, poseen por consiguiente una historicidad que no es tarea de la crítica aprehender.

oy en día, en medio de un capitalismo avanzado basado en el consumo en serie, somos testigos de otra reificación y fragmentación... del signo.

en Historia y conciencia de clase (1923), Georg Lukács reveló que esta dinámica de reificación y fragmentación era fundamental a la sociedad capitalista.

la primera alineada con la política neoconservadora, la segunda asociada con la teoría postestructuralista

dos posturas básicas

debates sobre la posmodernidad